La red social
La red social
Olivia Núñez Orellana | analisis@arcol.org
Dirigida por David Fincher
Escrita por Aaron Sorkin
Jesse Eisenberg interpretando a Mark Zuckerberg, Andrew Garfield como Eduardo Saverin, Justin Timberlake en el rol de Sean Parker, Armie Hammer en la doble interpretación de los gemelos Winklevoss, Max Minghella, Rooney Mara y Rashida Jones.
Basado en el libro de Ben Mezrich Multimillonarios por accidente.
La Red Social que ha cambiado al mundo
La Red Social es la película de cómo surgió la idea de Facebook. Una cinta que nos revela algunos datos y nos presenta los sentimientos, pasiones y perspectivas de diferentes personas involucradas en la creación de este fenómeno que ha revolucionado las relaciones sociales en la actualidad.
La Red Social nos presenta a Mark Zuckerberg el joven que, con tan solo 20 años concibió la idea de crear una plataforma que facilitaría el intercambio entre alumnos de la universidad y les permitiría tener acceso a todos a los clubes de los cuales estaban excluidos en Harvard; Eduardo Saverin quien dio el capital inicial y además era el mejor amigo de Zuckerberg; Sean Parker, creador también de una red de intercambio gratuito de música y quien trajo a los inversionistas a Facebook y los gemelos Winklevoss que demandaron a Zuckerberg por el supuesto robo de la idea.
"No se hacen 500 millones de amigos sin ganarte algunos enemigos" es la frase que nos presenta la cinta y que pinta claramente un drama que abarca temas como la traición y la ambición a la vez que cuenta el surgimiento de la página social más importante de internet en todo el mundo.
No deja de ser interesante conocer el origen, casi accidental, de la Red de comunicación e intercambio que ha modificado las relaciones de las nuevas generaciones y su forma de concebir el mundo. Tal vez, lo que se deriva de esta cinta es la reflexión obligada sobre algo que todos sabemos e intuimos y ante lo que no podemos permanecer indiferentes.
¿Qué ofrece esta plataforma a las nuevas generaciones? ¿Qué aspectos y necesidades resuelve, a grado tal que son los usuarios los que voluntariamente y casi sin poder resistirlo, forman parte activa de esta "nueva aldea virtual".
Demos una mirada a lo que está sucediendo con Facebook. Un espacio habitado por cerca de 500 millones de personas que residen en diferentes países y hablan 70 idiomas diferentes. A pesar de que Facebook obliga a los usuarios a ceder los derechos sobre las fotografías e información que comparten en la Red, 3 billones de fotos e imágenes personales son "subidas" a la nube cada mes. 35 millones de los usuarios actualizan su información todos los días y el promedio de tiempo dedicado a "navegar" en esta plataforma es de 55 minutos diariamente. 100 millones de los usuarios accesan al sitio varias veces al día a través de sus teléfonos móviles.
En promedio mundial, los usuarios reciben 8 invitaciones de "amistad" mensualmente y tiene 130 amigos virtuales, pero los medianamente "populares" se relacionan con cerca de mil "amigos" cada día y los más populares, refiriéndome a famosos o políticos, pueden compartir información con varios miles en un solo "click".
70% de los usuarios que habitan el espacio común de facebook viven fuera de Estados Unidos (lugar en donde se originó la idea) y México ocupa un lugar de los 10 países con más usuarios en el mundo, luego de Indonesia, Turquía, Francia, Italia, España, Gran Bretaña y Filipinas, entre otros.
Lo cierto es que los adolescentes, jóvenes e incluso políticos y personalidades no pueden "resistirse" a existir en este mundo en donde parece que "todo está sucediendo". Lo cierto es que existir ahí, cada vez más está implicando involuntariamente "dejar de existir" en la realidad.
Facebook facilita asomarse al mundo de los otros, pero casi simultáneamente inhibe la posibilidad de verlos como iguales, de tener conciencia del encuentro trascendente entre personas.
Facebook es el espacio fácil para existir sin comprometerse, enterarse sin conmoverse y curiosear sin involucrarse. Es un espacio de ocio más que de relación, que los jóvenes erróneamente creen que les dará relaciones humanas duraderas. Pero bastarán unos años para reconocer que la amistad no puede reducirse a un "click" y que si se sienten populares poderosos por "ser alguien" en la Red, dejar de serlo es también tan fácil como dar click en "ignorar".
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