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A Tony Scott le gustan los trenes. En alguna ocasión le han servido de decorado (Amor a quemarropa), en Asalto al tren Pelham 123 salen en primer plano, y aquí son personajes principales de la historia.

La máquina que sin control humano avanza a toda velocidad para destruir una ciudad tiene más de Godzilla que delRunaway Train que esperábamos. Parece increíble, pero sucedió de verdad, con pocas licencias poéticas: en el año 2001, cerca de Toledo (Ohio), a causa de un estúpido error, un tren con 47 vagones s